El hambre emocional hace referencia al deseo de comer con la finalidad de calmar las emociones, es decir, no necesariamente es por hambre. Esto es un problema complicado, ya que no somos concientes de lo que ingerimos.
Al comer algo y hacerlo para saciar nuestras emociones, no lo hacemos de manera balanceada, incluso comemos a un ritmo poco saludable. Por esta razón te damos algunos consejos para saber que hacer frente al hambre emocional.
Darse cuenta de tus emociones y necesidades
Es importante primero que nada reconocer el problema desde la raíz, identificar las emociones que sentimos y analizar la razón de por qué recurrimos a la comida. En diversos casos es por estrés o alguna preocupación.
Desarrollar un lenguaje para expresar lo que nos sucede
Este es el siguiente paso para saber que nos sucede, al momento de identificarlo uno debe expresarlo en algo concreto, para de esta manera poder hablar de ello y no mantenerse retraído.
Conversar con una persona de confianza
Tras haber identificado y encontrado la manera de expresas las emociones, es bueno conversar con alguein de confianza, para poder tener un soporte, recordemos que no estamos solos y siempre hay alguien dispuesto a ayudar.
Salir a caminar
Una de las maneras más fructíferas de mantener esos impulsos de comer ocupados es realizar deporte o en su posibilidad, caminar. Ya que ayuda a que la mente no piense en comida ni nada por el estilo y así erradiques ciertos problemas.
Comer poco varias veces al día
Otro método para contrarrestar esa ansiedad por comer es hacerlo en pocas proporciones. Primero que nada de manera balanceada y en el transcurso del día, poco a poco para que no se dé de maner abrupta.