Dormir con una mascota, ya sea un perro o un gato, es una práctica que cada vez más personas adoptan. Para muchos, la compañía de su animal de compañía en la cama representa una muestra de afecto y unión, mientras que para otros puede suponer una preocupación en términos de higiene y salud. Aquí te contamos los beneficios y los riesgos de realizar esta acción.
Beneficios de dormir con tu mascota
1. Aumenta la seguridad: Los perros y gatos poseen un oído y un olfato más desarrollados que los humanos, lo que los convierte en excelentes guardianes durante la noche. Para aquellas que viven solas o en zonas más apartadas, este aspecto puede generar una sensación de protección adicional.
2. Disminuye el estrés: Algunos estudios indican que la interacción con las mascotas disminuye los niveles de cortisol, la hormona vinculada al estrés, y contribuye a reducir la presión arterial. Acariciar a un perro o gato antes de dormir genera un efecto calmante, además de reforzar el vínculo afectivo entre el dueño y el animal.
3. Sensación de felicidad: El contacto cercano con tu mascota libera oxitocina, conocida como la «hormona de la felicidad«. Este proceso promueve sentimientos de bienestar, reduce la agresividad y fomenta la empatía. Algunos estudios sugieren que las personas que duermen con su perro o gato concilian más rápido el sueño y se despiertan de mejor humor.
Riesgos de dormir con tu mascota
1. Problemas de higiene: Además del pelo y la suciedad, las mascotas pueden llevar parásitos como pulgas o garrapatas. Personas con sistemas inmunitarios debilitados, como ancianos, son más vulnerables a enfermedades como la toxoplasmosis y parásitos intestinales. Además, el contacto cercano puede agravar las alergias y empeorar condiciones respiratorias como el asma.
2. Trastornos del sueño: Movimientos nocturnos, respiraciones fuertes o incluso ronquidos de la mascota pueden causar que el dueño se despierte con mayor frecuencia durante la noche, afectando la calidad de su sueño, dando un descanso más fragmentado y menos reparador.
3. Conductas de protección y celos: En algunos casos, los perros que duermen con sus dueños pueden desarrollar comportamientos de protección exagerados, reaccionando con celos y agresividad hacia otros miembros de la familia, como la pareja del cuidador.