El proceso de pérdida de peso va de la mano y depende de un conjunto de herramientas y rutinas diarias de alimentación y ejercicio. De acuerdo al estilo de vida, horario y preferencias, es normal escoger un momento del día determinado para ejercitarse.
Algunas personas deciden hacerlo muy temprano, durante las primeras horas de la mañana, antes de empezar las labores diarias; mientras que otros prefieren ejercitarse al finalizar el día.
De acuerdo con ‘Kluckys Nutrition’, es necesario hacer 250 minutos de ejercicio a la semana para bajar de peso un 5%. Esto es un aproximado de 4 horas semanales. Con una rutina adecuada y consistente, de la mano con una buena alimentación, una persona que pese 100 kilogramos puede llegar a pesar 95 en solo siete días.
En otro estudio, se analizó a un grupo de adultos, algunos hacían ejercicio durante la mañana y otros durante la noche. Al finalizar los diez meses de pruebas, se concluyó que las personas que hacían ejercicio durante la mañana habían tenido una pérdida de peso mayor a los que hacían ejercicio en la tarde.
Luego se realizó otro estudio de cinco semanas con hombres que estaban acostumbrados a trabajar por la tarde. Aquí se demostró que ellos perdían más peso que otro grupo que sí estaba acostumbrado a ejercitarse por la mañana.
En conclusión, no hay mejor hora para hacer ejercicio que otra, todo depende de la persona. Lo recomendable es mantener una rutina realista y que sea fácil de adaptar al estilo de vida y horarios para poder cumplirla sin dificultades.